Contaban con delivery y compraban carne a gendarmes: así operaba la red de corrupción al interior de las cárceles

Un verdadero “ecosistema delictivo” fue el que destapó la Fiscalía Occidente tras el desarrollo de la denominada “Operación Apocalipsis”, un masivo procedimiento que permitió desbaratar una red de corrupción que operaba en al menos nueve recintos penitenciarios del país.

El operativo se desplegó de forma simultánea en siete regiones —Metropolitana, Maule, Biobío, La Araucanía, Ñuble, Los Ríos y O’Higgins— y dejó un saldo de 66 detenidos, de los cuales 44 corresponden a funcionarios de Gendarmería.

Alcance del operativo

Según informó el fiscal regional Occidente, Marcos Pastén, 40 gendarmes mantenían órdenes de detención vigentes, mientras que otros cuatro fueron sorprendidos en flagrancia delictual al interior del penal Santiago 1.

Además, se logró:

• Congelar 183 cuentas bancarias

• Incautar nueve propiedades y 16 vehículos

• Decomisar cerca de $50 millones en efectivo

• Detectar delitos asociados a la Ley de Drogas, Control de Armas e ingreso ilegal de teléfonos celulares

El rol clave de los gendarmes

De acuerdo con la investigación, la red operaba gracias a una colusión sistemática entre funcionarios penitenciarios y particulares, lo que permitía el ingreso irregular de objetos prohibidos, drogas, alcohol y hasta alimentos elaborados.

Uno de los mecanismos detectados fue el uso del sector de encomiendas, donde personas apostadas fuera de los penales —conocidas como “manilleros”— facilitaban el ingreso ilegal de productos. Uno de estos sujetos llegó a estar enrolado como “visita” de al menos 200 internos en Santiago 1.

Tres modalidades de corrupción al interior de las cárceles

La Fiscalía y la PDI identificaron tres formas principales de operación entre gendarmes y población penal:

1. El “Delivery”

Los internos encargaban directamente celulares, drogas u otros productos prohibidos.
Los pagos se realizaban vía transferencias bancarias, depósitos en Cuenta RUT o efectivo.
Era una relación comercial directa y sostenida en el tiempo.

2. La “Feria”

Funcionarios ingresaban productos por cuenta propia para venderlos dentro de los penales a precios inflados.
Entre los artículos detectados había carne para asados y bebidas alcohólicas.

Precios detectados en la investigación:

• Teléfono celular: $350.000 a $400.000

• Cargador: $50.000

• Chip telefónico: $15.000

3. El “Rescate”

Durante allanamientos, algunos gendarmes sustraían equipos incautados y luego los revendían, incluso a los mismos internos a quienes se les habían decomisado minutos antes.

Investigación de largo aliento

El fiscal nacional Ángel Valencia explicó que este operativo es resultado del foco penitenciario creado en marzo de 2023 para investigar delitos al interior de las cárceles.

“No solo aquellos delitos cometidos por internos, sino también aquellos en que los propios internos son víctimas, cuando los cometen funcionarios públicos”, señaló.

La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones ni formalizaciones, mientras el Ministerio Público profundiza en el flujo de dinero, las responsabilidades administrativas y la posible existencia de redes similares en otros recintos penitenciarios del país.